domingo, 24 de abril de 2011

El olvido.

Duele,pero a veces no nos queda mas remedio que decir adiós.
Decirlo,no es nada sencillo,y menos aceptar que te lo digan.
Pero debemos saber que debemos aprender a aceptar el final y saber continuar con la cabeza bien alta pese al dolor que eso nos ha causado.
Siempre he visto a mis amigas,o simplemente familiares,decirles adiós a una persona a la que han amado varios meses,o incluso años.
Esa situación me parecía algo tonta,ya que yo era una chiquilla cuando sucedió eso.
Ahora que me está ocurriendo,al principio,no me lo podía creer que me estuviera pasando eso a mí,y tengo que aceptar que la persona a la que tanto amo,se ha ido por su gusto. 
Yo no le obligué a marchar. Le rogué que se quedara. Pero nada sirvió,ni lágrimas,ni confesiones,ni palabras..
Por cada adiós,hay un vació. 
No es fácil cerrar los ojos y hacer como que no está pasando nada en nuestras vidas.

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